EL CAMINO ES LA INVESTIGACIÓN

La cordillera de los andes es la falla geológica que origina una cadena de montañas en América del Sur. Además, de ser la más larga de la tierra, esta cubre el territorio de siete países entre ellos el Perú, donde claramente los andes configuran tres regiones geográficas (costa, sierra y selva) en el país. Donde se han desarrollado culturas milenarias como la Inca, u otras asentadas en los diferentes ecosistemas y ecorregiones del Perú. La relación del entorno y la forma de cómo el habitante hace suyo el territorio, es el principal origen de la arquitectura andina en esta región. Una arquitectura que la hemos heredado de nuestros antepasados, la visión occidental de la arquitectura ha modificado nuestras edificaciones, estableciendo una nueva relación con la cultura y su entorno. Es por eso que la arquitectura andina se encuentra en un proceso de cambio y adaptación a los nuevos lineamientos y pensamientos del nuevo mundo. Sin embargo, los cambios deben de ser controlados y administrados a través de procesos estructurados y metodológicos que garanticen la preservación del pensamiento andino y de su principal expresión “la arquitectura”. En la actualidad existe una necesidad imperante de invertir en investigación científica que pueda apoyar a la arquitectura y urbanismo a lograr el desarrollo de los territorios ricos en recursos naturales, pero con grandes problemas económicos para sus habitantes. Una iniciativa importante que plantea la Escuela Profesional de Arquitectura y Urbanismo (EPAU) de la Universidad Nacional del Altiplano de Puno (UNAP), busca impulsar la investigación científica en el sur del Perú, necesaria para brindar calidad de vida a sus habitantes, y que ayuden a desarrollar el campo de la arquitectura y el urbanismo en el país. Existen tantas interrogantes qué relacionan a la arquitectura y urbanismo en un entorno tan hostil como el que nos propone la cordillera de los andes, qué el territorio es nuestro principal laboratorio y las variables nuestros principales aliados, para construir conocimiento y fortalecer la arquitectura y urbanismo de nuestra región, y el camino más seguro para lograr este objetivo es la investigación.